dilluns, 31 d’octubre del 2011

El Perro Almorranero



Con masters en detección de almorranas e identificación de drogas según sus efectos, este asqueroso perro, aún sin nombre, es uno de los principales recursos del Dr. Felicidad. Una muestra más de lo lamentable de sus métodos. Aún más si tenemos en cuenta el poco cerebro que le queda a la mierda perro este por culpa de la ingestión masiva de todo tipo de drogas, ladillas y parásitos varios.

El Barman

El bar es el otro escenario natural de nuestro doctor. Cuando no está en su consulta, entregado al noble arte de sanar, se relaja delante de un buen vaso de bourbon con su amigo el Barman, un tipo taciturno, de pocas palabras buen escuchador y amigo de sus amigos, a la vez que enemigo de sus enemigos, vecino de sus vecinos e hijo de sus hijos... Bueno, esto último no.

diumenge, 4 de setembre del 2011

El Dr. Felicidad


El Dr. Felicidad es el escarabajo pelotero de la medicina, aquel que se alimenta de los restos de los demás: los pacientes que nadie quiere, los métodos en que nadie confía, las enfermedades que nadie trata... Todos los desechos tienen un lugar en su clínica.
Nadie sabe ciertamente si tiene el título, se rumorea que lo expulsaron de la facultat por tomarse demasiado en serio su profesión...ya se sabe, hechandole tierra al asunto....

dissabte, 3 de setembre del 2011



El  sueño de Johnny F. Kovalsky siempre fue jugar alguna vez la Super Bowl, con 25 años era el quarterback de los Hurricanes de Minessotta, nº 1 de su promoción en secundaria, delegado de classe, 95 kg de puro músculo, mirada de aguila, 95% de pases completados, 1.500 yardas por partido, 2 litros de Gatorade por quarto, 18 cajas de esparadrapo por tobillo... pero su carrera meteorica se trunco cuando cambio de Doctor fisioterapeuta y contrato a un joven Dr. Felicidad...
Ahora a sus 64 años su sueño sigue siendo jugar una superbowl, aunque con 120 kg, protesis en el codo, la cadera, los tobillos, las rodillas, 17 operaciones en las vertebras lumbares L4-L5, piedras en el riñon, presión sanguiena alta, colesterol por las nubes, gengivitis, pelusilla crónica en el ombligo, 40 dislocaciones por partido, 26 idas i venidas al WC por cuarto, 20 dioptrias por ojo, tendinitis cronica en las uñas de los pies... no lo tiene fácil, el Dr. Felicidad sigue siendo su médico y sigue administrandole dudosas substancias que hacen que Johnny F. Kovalsky pueda seguir jugando en los Young Tigers del Asilo Old tree de Minessotta,en la posición más cerebral del fútbol, la de quarterback, donde los nervios de acero y la inteligencia son básicos, aunque las perdidas de orina le jueguen alguna mala pasada...